Jesús perdió una chispita
Y un dulce botón nació a la vida.
Jesús buscó entre sus cosas su chispita perdida.
El botón latió, creciendo día a día.
Decidió Jesús que su chispita de luz, por allí aparecería.
Y el botón nació Lorenzo.
Jesús dijo ¡Ahí está mi chispita perdida!
y vio feliz, que era bueno lo que su chispita hacía.
©Silvia Beatriz Giordano
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